Dos corazones latiendo, moviendo esqueletos moribundos, mientras las sábanas retorcidas son cómplices de nuestra pasión. Hermosa es tu sensación, esa que ves cuando llegás a lo más profundo, esa inspiración que se rompe en millones de luces disipadas en el tiempo. Millones de veces te diria cuánto me hacés delirar, corriendo libre por mi verge mientras el viento despeina nuestras ideas. Mañana al despertar sabrás toda mi imaginación cuando te tenga acá, entre mis brazos no hay mejor lugar para soñar. Acá a tu lado, hay flores pintadas en la pared, hay luz en plena noche de luna, hay un reloj congelado que nos mira fijo esperando que nos besemos. Es el momento justo, el sentimiento menos confuso. Son todas esas ganas de llamarte a las 3 de la madrugada para decirte que acabo de soñar con tu cuerpo.